La mayoría de las veces, el “ideacidio” ocurre sin que nos demos cuenta. Una idea o solución fuera de lo común aparece como un destello y desaparece sin que nos percatemos. Como resultado, algunas de nuestras mejores ideas se suprimen antes de llegar al mundo. Ya sea porque somos demasiado críticos o porque nos retraemos ante el dolor inminente del cambio, la alteración de la normalidad, la autocensura surge del miedo. La novelista galesa Sarah Waters lo resume elocuentemente: “A mitad de escribir una novela, he experimentado regularmente momentos de terror espantoso, mientras contemplo las tonterías en la pantalla frente a mí y veo más allá, en rápida sucesión, las críticas burlonas, la vergüenza de los amigos, la carrera fallida, los ingresos en disminución, la casa embargada, el divorcio…”

Lo que hemos reunido no fue fructífero.

Nuestra mayor debilidad radica en rendirnos. La forma más segura de tener éxito es siempre intentar una vez más.

Nuestra mayor debilidad radica en rendirnos. La forma más segura de tener éxito es siempre intentar una vez más.